miércoles, 16 de mayo de 2018

"DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRÉ QUIEN ERES"

Corría mayo de 1909 cuando un joven de Connecticut que recién pisaba Nueva York se presentó en el quinto piso del edificio de Broad y Wall Street (esquina sudeste). Tras una hora de espera, la secretaria lo hizo pasar por la pesada puerta de roble. Al fondo, detrás de un inmenso escritorio francés, un viejo de nariz colorada le sonrió: ¿Cómo está tu padre?.

Tras los saludos de rigor, el joven comenzó a hablarle de su proyecto para instalar una nueva fábrica. El viejo escuchaba silenciosamente, cuando de repente, mirándolo con sus fríos ojos, le dijo: "Acompáñame".

El viejo tomo su sobretodo, el bastón y el sombrero y salieron a caminar por Wall Street. En un momento le dijo al joven al oido: "Estoy algo cansado, por favor tómame del brazo" y... siguieron caminando y hablando de mejores tiempos.

Pasada media hora, volvieron a la oficina. "Bueno, John, me puede prestar el dinero?" preguntó el chico. "Mira, yo no le presto ni a amigos ni a familiares, pero te acabo de dar algo que es mucho más importante" le respondía el hombre de 72 años mientras lo guiaba hacia el ascensor.

Abajo, en la calle, todos se preguntaban quién era ese joven tan poderoso que el mismísimo J.P.Morgan que apenas unos meses antes había salvado de la quiebra al gobierno de los Estados Unidos, había tenido que pedir ayuda (no hace falta decir que el joven consiguió más de lo que necesitaba en el primer banco en el que se presentó).

MIGUEL DIONISIO BOSCH, ÁMBITO FINANCIERO DEL 10-5-2018.-

No hay comentarios: