LA NOCHE DEL ESTRENO, EL 20 DE NOVIEMBRE DE 1805, SE CUMPLÍA EN LA CAPITAL AUSTRÍACA UNA SEMANA DE LA OCUPACIÓN NAPOLEÓNICA.
DE ACUERDO A LA EXPLICACIÓN MÁS DIFUNDIDA DEL ESCASO ÉXITO INAUGURAL, (ÉSTE SE DEBIÓ) A QUE ESTABA AUSENTE EN EL THEATER-AN-DER-WIWN UN BUEN PORCENTAJE DEL PÚBLICO HABITUAL, MAS PREOCUPADO -NATURALMENTE- POR SALVARSE A SÍ MISMO HUYENDO DE LA CIUDAD, QUE POR ASISTIR AL ESCAPE DE FLORESTÁN DE LA PRISIÓN, EN QUE LO ENCERRARA INJUSTAMENTE, EL ALCALDE DON PIZARRO.
EN CAMBIO EL PÚBLICO QUE SÍ PRESENCIÓ LA OBRA, COMPUESTO EN SU MAYORÍA POR OFICIALES DE EJÉRCITO INVASOR, PODÍA MUY DIFÍCILMENTE CONMOVERSE CON EL RESCATE DE UNA VÍCTIMA DEL PODER POLÍTICO Y MILITAR DE PIZARRO A MANOS DE LA AUDAZ LEONORA, LA MUJER DEL PRISIONERO.
SENCILLA IRONÍA DE LA HISTORIA, EL RELATO DE ESTA AMOROSA INSURRECCIÓN, COMPUESTO (SOBRE LA BASE DE HECHOS HISTÓRICOS) POR JEAN-NICOLÁS BOULLY, UN PARTÍCIPE ACTIVO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA, SE LE OFRECÍA A UN PÚBLICO FRANCÉS, QUE, AÚN PRETENDIENDO HUNDIR SUS RAÍCES EN ESA MISMA REVOLUCIÓN, SE HABRÍA VISTO LLEVADO CONDENAR CUALQUIER ACTO DE DESOBEDIENCIA CIVIL QUE PUDIERA ALENTAR UN BOICOT CONTRA SU RECIENTE DOMINIO SOBRE LA CIUDAD.-
Miguel Albetri, programa de mano de la función en el Teatro Colón, el 21 de mayo.-
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