viernes, 18 de marzo de 2016

"UNA EPOPEYA EDUCATIVA" (SEGUNDA PARTE)

El desolador panorama de nuestra educación ha quedado una vez más en evidencia en un análisis reciente del comportamiento en las pruebas PISA de 2012 de los alumnos de bajo rendimiento.

En promedio, en los países orientales entre el 2 y el 5% de los alumnos tiene bajo rendimiento en las tres pruebas (comprensión lectora, matemática y ciencias). En los países de la OCDE, ese porcentaje es, en promedio, del 10% de los alumnos. En Chile, el 24,6% de los alumnos se encuentra en esa situación, mientras que en la Argentina el 41,4% de los jóvenes está por debajo del nivel mínimo en las tres pruebas. Esto significa que carecían de las competencias consideradas básicas alrededor de 264.000 estudiantes de 15 años que se encontraban en nuestras aulas en el ciclo lectivo 2012. Hay que tener presente que a esa edad un porcentaje importante ya abandonó la escuela.

Si se considera el otro extremo, es decir, los estudiantes que registran alto rendimiento (niveles 5 y 6) en alguna de las tres áreas investigadas, en el promedio de la OCDE el 16,2% de los alumnos se encuentra en este grupo de alto rendimiento en alguna de las tres pruebas. En la Argentina, sólo lo hace el 0,8% de los estudiantes.

Lo más preocupante es que ninguno de estos resultados, tanto los correspondientes a los alumnos de bajo rendimiento como a los de alto, se ha modificado significativamente desde que la Argentina participó en la primera investigación PISA, en 2000. Esto es aún más grave si se tiene en cuenta que en estos últimos años se ha producido un bienvenido incremento en la inversión en educación.

GUILLERMO  JAIM ETCHEVERRY, Doctor en Medicina, miembro de la Academia Nacional de Educación y ex rector de la UBA, LA NACIÓN DEL 15 DE MARZO.-

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