jueves, 17 de marzo de 2016

"UNA EPOPEYA EDUCATIVA" (PRIMERA PARTE)

El grave estado de la educación exige atraer a la docencia a los mejores estudiantes y formarlos en instituciones de alto nivel, porque sólo con maestros de calidad y con evaluaciones periódicas se podrá superar el deterioro actual

Además de investigar los conocimientos de jóvenes escolarizados de 15 años en matemática, comprensión lectora y ciencias, el tan difundido informe PISA recoge, además, una muy rica información acerca de diversas cuestiones vinculadas con la educación. La investigación, auspiciada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se realiza cada tres años en más de 60 países, ofrece datos interesantes para analizar el rendimiento de los estudiantes en relación con la actividad a la que piensan dedicarse en el futuro. 

En los países integrantes de la OCDE, cerca del 44% de esos jóvenes espera desarrollar tareas profesionales, pero sólo el 5% de ellos se propone hacerlo en la docencia. Ese porcentaje varía entre los distintos países: la profesión docente resulta especialmente atractiva a los estudiantes de Indonesia, Irlanda, Japón y Corea, mientras que no lo es para los de Alemania, Italia y Hungría. Tampoco para los de la Argentina.

Estas diferencias demuestran que la actividad docente no goza del mismo prestigio social en los distintos países. Reflejo de esa menor consideración es la diferencia del salario docente con el de otras actividades que se observa en muchos de ellos, un factor importante en la elección de la tarea futura por parte de los jóvenes. Los estudiantes perciben claramente el valor que la sociedad adjudica a la labor docente, lo que influye en su decisión vocacional.

Nadie niega ya que la tecnología puede realizar una contribución importante a la educación, pero sin buenos docentes servirá para poco. Por eso, es preciso atraer a la actividad docente a los mejores estudiantes y formarlos rigurosamente en instituciones de alto nivel, porque sólo contando con docentes de calidad se podrá superar la crisis educativa.

GUILLERMO JAIM ETCHEVERRY, Doctor en Medicina, miembro de la Academia Nacional de Educación y ex rector de la UBA, LA NACIÓN DEL 15 DE MARZO.-

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