sábado, 9 de agosto de 2014

PERÓN Y MARTHA ARGERICH

Por cuestiones que tienen que ver más con el azar que con la razón, su futuro como pianista dependió, sin embargo, de un político que no entusiasmaba para nada a su familia: Juan Domingo Perón. Ella quería estudiar en Austria con Friedrich Gulda, pero no disponía de medios. Cuando tenía doce años, después de tocar por primera vez en el Colón, Perón la invitó a la residencia presidencial. Llegó acompañada por la madre. Argerich recuerda no sólo que no era peronista, sino que en esa adolescencia temprana estaba siempre pegando por todos lados papelitos que decían "Balbín-Frondizi".

La pregunta de Perón fue directa: "¿Y adónde querés ir, ñatita?" El padre de Argerich fue nombrado agregado económico en la embajada argentina en Austria y la familia se instaló en Viena. En 1957, con apenas tres semanas de diferencia, ganó dos prestigiosos concursos de piano, pero su consagración internacional llegó con el primer premio en el Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin.

Lo que siguió después fue una de las carreras más exitosas y extraordinarias de la música.

 | LA NACION de hoy.-

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