En momentos en que la política argentina atraviesa uno de sus períodos más negros, en que las descalificaciones personales y no la confrontación de ideas es la actitud que prevalece entre nuestros políticos, un gesto de hidalguía del ex presidente Fernando de la Rúa debe ser destacado.
Ayer falleció en Buenos Aires, casi centenario, Marcelo Sánchez Sorondo, uno de los númenes intelectuales del nacionalismo argentino.
En 1973 ambos compitieron por una banca de sendor nacional por la Capital Federal, Sánchez Sorondo en representación del FREJULI (Frente Justicialista de Liberación) y de la Rúa por la Unión Cívica Radical.
Pese a la abrumadora mayoría que el frente justicialista obtuvo en todos los distritos electorales, en la Capital Federal se debió ir a balotaje, imponiéndose en segunda vuelta el candidato radical, hecho que por su trascendencia le abrió al jóven de la Rúa -contaba entonces con 35 años de edad- una carrera política prominente, que culminó con los sucesos de diciembre de 2001.
En el diario La Nación de hoy, en un aviso fúnebre, el ex presidente y su esposa "despiden al querido amigo y ruegan oraciones en su memoria"...
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