En el pasado siempre el valor de los cuadros superaba al de las esculturas.
La explicación era que los primeros eran únicos, mientras que las segundas -las de bronce, ya que las de mármol y madera también son únicas- eran de tirada múltiple (generalmente hasta 5 o 6 piezas)
Era entonces el sentimiento de poseer algo exclusivo lo que llevaba a los coleccionistas a pagar más por esa originalidad.
Pero parece que los tiempos están cambiando.
En efecto, días atrás se vendió en forma privada por U$S 250 millones el cuadro "Los_jugadores_de_cartas", obra de Paul_Cezanne, un artista que puede ser considerado la bisagra entre el arte del siglo XIX y XX, constituyéndose en un nuevo récord.
¿Que tiene que ver esto con lo que decía más arriba?
Pues que si bien se trata de una obra emblemática de su producción, como se puede ve en el enlace que antecede, hay cuatro versiones más de la misma.
Esto obviamente no le quita a ninguna el carácter de "única", pero la hace menos "exclusiva".
Pero además, la ahora quinta obra de arte más cara es una escultura de Alberto_Giacometti, "El hombre que camina", un bronce del que existen varias copias.
En suma, parece que el atavismo de la "posesión exclusiva", va cediendo frente a "la calidad de lo que se colecciona"
¡Enhorabuena!
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