domingo, 4 de septiembre de 2011

BEIJING: LA VIDA FUERA DE LA CIUDAD PROHIBIDA

Al norte de la Ciudad Prohibida , dentro del primer y más antiguo anillo -forma en que fue creciendo la ciudad, actualmente hay cinco- de Beijing, se abre un intrincado laberinto de callejones llamados hutongs, en las cercanías del Lago Houhai

En la zona se ubicaban las casas tradicionales llamadas siheyuan, típicas moradas bajas, con un patio central  descubierto al que dan toda las habitaciones de la casa, donde vivían quienes tenían que ver con la corte imperial. El rango de sus habitantes estaba dado por la cantidad de clavos de madera que ostentaban las puertas de acceso en su travesaño superior -cuatro azules en la foto-, y su actividad, con unas pequeñas esculturas de piedra, abajo y a cada lado del marco de la puerta de entrada. Un militar, por ejemplo, era señalado con dos  tambores.

Cada vez más amenazados por edificios de pisos, los que quedan en pie representan la tradicional forma de vida del Beijing antiguo. A menudo habitados por dos o tres familias, carecen de baño, debiendo utilizar el público en la calle, y sin embargo su valor actual alcanza cifras astronómicas.

La mejor manera de recorrer las intrincadas callejuelas donde es fácil perderse es en bicicleta o en los rickshaws

También en el área se encuentran dos construcciones típicas que pueden verse en muchas ciudades chinas: la Torre del Tambor -uno delos edificios más antiguos de la ciudad, que data de 1420, y que alojaba los tambores que servían para dar las horas nocturnas- y la Torre de la Campana, que alberga la campana más grande de China con 5.5 metros de altura y 63 toneladas de peso, la que con una antigüedad de 500 años daba las horas diurnas.
El tambor se tocaba cada dos horas durante la noche, mientras que la campana sonaba cada dos horas durante el día.

La religión budista está también presente en la zona a través del Templo Yonghe, más conocido como Lamasterio, levantado en 1694 como residencia del emperador Yongzheng de la dinastía Quing antes de su ascención al trono, luego de lo cual fue destinado a lugar de culto del budismo tibetano, y que aloja una estatua del Buda  Maitreya de 18 metros de altura y 6 enterrado, tallado en una sola pieza de sándalo blanco, considerada la más grande imágen budista en su tipo.-

   





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