lunes, 17 de mayo de 2010

CRISIS DEL EURO: FASE TRES

El telón ha caído sobre la "tragedia griega", luego del blindaje financiero que las autoridades europeas y el Fondo Monetario Internacional (FMI)acordaron para evitar la presión de los mercados sobre el euro.

La duda subyacente es si el telón cayó como final del drama, o como paréntesis entre un acto y otro, ya que según interpreten los mercados una u otra alternativa, continuará o no el ataque a la moneda común.

Basado en la experiencia argentina de 2001, me inclino por la segunda alternativa, lo que es grave, ya que los que así piensan ven un euro a 1,15 por dólar a fin de año.

El paquete para Grecia me recuerda al fracasado que el FMI diseñó para la Argentina antes del estallido de la crisis, el llamado "blindaje", que acentuaba el ajuste fiscal, lo que implicaba menor nivel de actividad y por ende menos recaudación para pagar la deuda que se ofrecía.

La segunda identidad entre Argentina de 2001 y la Grecia actual es la falta de solvencia en ambos casos, o sea la imposibilidad de sus economías de generar los recursos necesarios para pagar el monto de los servicios de la deuda.

Si la aceptamos, Grecia debería haber hecho lo que hizo Argentina: salir del euro, declarar la moratoria de su deuda y renegociarla para hacerla compatible con sus posibilidades de pago.

Ello no hubiera sido traumático para el euro -si para los bancos a los que se protegió- ya que el tamaño de la economía griega carece del peso de la española o italiana, con lo que el problema habría quedado circunscripto. Grecia debería haber vuelto a un dracma muy devaluado contra el euro, de modo de recuperar productividad, y generar superávit fiscal por varios años, y al igual que Argentina en 2001, luego de una breve recesión habría vuelto a crecer, pagando la deuda con recursos genuinos y no con nueva deuda, lo que le habría permitido volver al euro en el futuro bajo normas más estrictas que las de su pasado ingreso.

Pero se eligió proteger a los bancos tenedores de deuda griega, exigiéndole al gobierno heleno más ajuste fiscal, al igual que a España y a Portugal, por lo que un probable estallido de este esquema no debería sorprender, salvo que un euro a U$S 1,15 a fin de año sea la parte "oculta" del "blindaje europeo", en cuyo caso las caídas de los ingresos de los asalariados griegos y españoles se verían agravadas, sumándose a estas un nuevo 10%, que además afectaría al resto de los asalariados de la zona del euro, mejorando de esta manera la productividad de sus economías y por ende de sus exportaciones.-

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