martes, 24 de marzo de 2009

FURTWANGLER RENACE DE LA MANO DE BARENBOIM

"El filósofo ensayaba y el poeta dirigía. Son muchos los músicos que hacen música igual que viven, Furtwängler trato de vivir igual que hizo música. No es precisamente cómodo. Hay que querer y poder hacerlo."

Daniel Barenboim "El sonido es vida" El poder de la música


En su último libro "El sonido es vida" El poder de la música, un ensayo filosófico donde establece paralelismos entre la música y las más diversas actividades humanas, el wagneriano director Daniel Barenboim (1942) recupera al también wagneriano director Wilhelm Futwängler (1886-1954), probablemente el más insigne de todos ellos durante buena parte de la primera mitad del siglo XX.

Y es justo que así sea. En los últimos años su figura se fue olvidando y sus discos prácticamente dejaron el catálogo.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX dos directores de orquesta geniales -pero absolutamente distintos el uno del otro- monopolizaron la atención de los melómanos: el alemán Furwängler y el italiano Arturo Toscanini (1867-1957).

El primero, dedicado por completo al repertorio alemán, al punto que en sus mejores momentos sus versiones de Beethoven, Brahms, Wagner o Bruckner fueron consideradas insuperables. El segundo, mucho más ecléctico, fue quien estrenó las obras de Wagner en Italia y la primera batuta no alemana de Bayreuth en 1930, a donde se negó a volver a partir de 1933, como continuación de su negativa a dirigir en la Italia de Mussolini desde 1931, abandonando también Salzburgo, luego de la anexión de Austria al Tercer Reich.

Por el contrario, Furwängler no abandonó la Alemania nazi, hecho que empañaría el resto de su vida: pese a esta actitud para la mayoría de los alemanes era anti-nazi, al tiempo que por ella, más allá de las fronteras de Alemania era considerado nazi. Poco importó, por ejemplo, que a comienzos del nazismo convocara a dos violinistas judíos para los dos primeros atriles de la Filarmónica de Berlín o de que haya dejado de actuar allí como protesta por no haber podido estrenar "Matías el pintor" de Hindemith, al que por su condición de judío los nazis consideraban un compositor decadente. Luego de pasar un proceso de desnazificación, Furtwängler fue rehabilitado en 1947, presentándose como director invitado en muchos países, excepto en los Estados Unidos, donde su sola mención desataba una fuerte oposición.

Pero si en la política estos dos colosos de la dirección orquestal fueron diferentes, lo mismo sucedió en cuanto a la música: mientras que Toscanini encarnaba la literalidad, es decir el más absoluto respeto por la partitura, Furtwängler representaba la tradición romántica: así, en palabras de Daniel Barenboim en su libro "...el director alemán no ensayaba una sinfonía de Beethoven para rescatar por la noche durante el concierto, aquello que había elaborado en los ensayos, esa obra resultaba enteramente nueva..."

Por el contrario, Toscanini desdeñaba y se burlaba de la sobreinterpretación de Furwängler, de ahí su comentario de 1926 sobre la tercera sinfonía de Beethoven, la Heroica: "Algunos dicen que esto es Napoléon, otros Hitler y otros Mussolini. Para mi es sencillamente allegro con brío (ese es su primer movimiento)"

Durante los años setenta ambos directores tuvieron sus continuadores: en la línea de Toscanini, el austríaco Herbert Von Karajan (1908-1989) -había comenzado su carrera en Alemania durante el nazismo como el gran rival de Furtwängler, al punto que este ni lo nombraba, refiriéndose a el como "ese hombre K"- y el húngaro radicado en Inglaterra Sir Georg Solti (1912-1996) como seguidor de la tradición romántica encarnada por Furtwängler.

Las palabras de Barenboim sobre Furtwängler, especialmente las que abren este post parecen, por lo menos para mi, haber zanjado la polémica a favor del insigne director alemán.-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué historia la de el nazismo y los músicos. Se podría escribir un libro entero con quienes fueron cercanos al mismo y eran músicos importantes.

Karajan tenía el carné del PN, y Richard Strauss tampoco estaba muy lejano. Y ahora este director del cual desconocía también con conexiones con el nazismo.

Alguno probablemente lo hicieron por cuestiones puramente prácticas y no ideológicas, eso lo creo seguro. Pero en la posguerra me imagino que no los deben haber tratado de la mejor manera...Más aún cuando varios se exiliaron.

hugo dijo...

según la historia iván, furwängler era el protegido de goebbels dentro del partido, para oponerlo al jóven karajan, que lo era de göering...

en lo personal -y aquí me es difícil despojarme de mi admiración por furtwängler- pienso que lo "usaron", si bien como comento en el post tuvo sus choques con los nazis tempranamente...

por el contrario creo que karajan vio la opotunidad y se dejó usar, he ahí para mi la diferencia moral y de comportamientos entre ambos, y la injusticia del trato que cada uno recibió luego de la guerra...

en cuanto a richard strauss, según su biógrafo marek no era ni nazi ni antinazi: "fue una de esas personas que dejó que las cosas sucedieran"

el gran director wagneriano hans knappertsbutsch, antinazi apartado de la ópera de munich en 1936, opinaba así de strauss: "jugué a las cartas con el todos los días durante años y era un cerdo"...

strauss aceptó del nazismo el cargo de reichsmussikkammer, lo que lo obligó a tomar decisiones políticas en materia musical: frente al episodio hindemith, ya comentado, strauss le envió un telegrama a goebbels felicitándole por "depurar a los elementos indeseables", cuando el gran bruno walter -discípulo amado de mahler- fue obligado a renunciar a dirigir la berliner, mediante amenazas de violencia contra su persona, strauss rápidamente lo reemplazó por otro "por el bien de los integrantes de la orquesta"...

pero el sabía lo que pasaba, no obstante, siguió colaborando con los nazis por miedo a la seguridad de su familia: hasta compuso una pieza en honor a la familia imperial japonesa a cambio de la promesa de que ni su nuera ni sus nietos serían tocados...

el final de su vida -murió en 1949-coincide casi con el final de la guerra, que lo dejó desolado: "estoy inconsolable, la casa de goethe, el lugar más sagrado de la tierra, destruído. mi encantadoras dresden-weimar, munich,todas desaparecidas" ni una palabra acerca de las muertes de innumerables personas durante el régimen...

bajo este estado de ánimo "no hay consuelo posible y a mi edad no hay esperanza" compuso en 1945 "metamorfosis para 23 cuedas solistas", cuya originalidad proviene precisamente de la comprensión de la tragedia que lo rodeaba, y entonces volvió a ser, en palabras de un crítico, lo que no había sido desde 1915 "un compositor potente y original"...

Anónimo dijo...

Según leí Richard Strauss tenía una nuera judía, y temía por su seguridad.

Una duda. Este Strauss tiene algo que ver con los otros Strauss?

hugo dijo...

por eso lo del tema compuesto por strauss en honor de la familia imperial japonesa, a cambio de la protección para ella y sus nietos iván...

no lo creo, la familia de richard strauss era de munich, los otros de viena: "el incendio del teatro de la corte de munich...donde mi padre ocupó el lugar del primer corno por 49 años ha sido la mayor catástrofe de mi vida"

Marta Salazar dijo...

querido Hugo,

Furtwängler era un oportunista! como tantos! en eso no se distinguió de sus contemporáneos :(

si hubieran estado arriba los extraterrestres, les hubiera servido a ellos también...

sin embargo, defendió y ocultó a un músico judío en su casa, a Szymon Goldberg y reclamó porque "le quitaban a sus músicos judíos".

_________

"según la historia iván, furwängler era el protegido de goebbels dentro del partido, para oponerlo al jóven karajan, que lo era de göering" relaciones feudales, de lo más idiotas, donde triunfa el más zalamero... y el que se arrima al mejor protector...

Sobre Richard Strauß, de acuerdo con Hugo.

muchos saludos!

hugo dijo...

no creo marta que furtwängler haya sido oportunista...

en abono de mi punto de vista cito a la nieta de wagner, friedelind, quien en 1944 sostuvo: "si tuviéramos que juzgarlo, tendríamos que contemplar o condenar su carácter, que es débil. en el curso de su vida jamás consiguió adoptar una decisión y llevarla hasta sus últimas consecuencias"